Si intentaron sacar a ‘El Chapo’ de penal en Juárez

Nueva York– Dámaso López, exfuncionario y socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán durante años, hizo explosivas declaraciones ayer durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn.

El testigo aseguró que en 2016 se intentó volver a ayudar a “El Chapo” a fugarse. Había sido trasladado de la cárcel del Altiplano a un penal en Ciudad Juárez y López volvió a reunirse con Coronel, quien le dijo que se estaba tratando de devolver a Guzmán a Altiplano.

Para lograrlo, se hizo un pago de dos millones de dólares al entonces director del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social. López no dio el nombre de quién ocupaba el puesto en ese momento. El pago no sirvió de nada ya que Guzmán sigue preso y fue extraditado en 2017 a Estados Unidos.

También dijo que la famosa fuga de Guzmán en 2015 a través de un túnel conectado al baño de su celda en la cárcel fue coordinada por su esposa Emma Coronel y cuatro hijos del narcotraficante mexicano, quienes compraron un terreno cercano al penal. Tras construir el túnel bajo la cárcel del Altiplano, en el Estado de México, empleados del cártel sacaron a Guzmán por éste en una motocicleta remolcada con una polea.

Coronel, quien se encontraba entre el público de la sala, escuchó el testimonio de López seria, sin inmutarse. La información la implica directamente a ella en la sonada fuga de su esposo, quien fue arrestado unos meses después en la ciudad de Los Mochis.

Explicó que se reunió varias veces en 2014 y 2015 con Coronel y los hijos de Guzmán: Iván, Alfredo, Joaquín y Ovidio. En las reuniones se hablaba de cómo avanzaba el plan de fuga. Coronel y el abogado de Guzmán, un tal licenciado Óscar, se encontraban también en la cárcel con el narcotraficante.

“Mi comadre nos pasaba sus recados”, testificó López refiriéndose a Coronel.

López dijo que los hijos de Guzmán compraron un reloj con GPS que introdujeron en la cárcel para obtener las coordenadas del lugar. El testigo dijo que había enviado a su cuñado, un tal Leonardo, a la ciudad de Toluca, a sobornar a los guardias de la prisión.

El día de la fuga, el 11 de julio de 2015, Guzmán bajó al túnel y se escapó en la motocicleta, que estaba montada sobre un riel y fue remolcada con una polea. Al salir del túnel, un hermano de Coronel, dijo López, condujo a Guzmán en una cuatrimoto hasta una bodega que había alquilado López. De allí se lo llevaron en avión a Sinaloa.

López, de 52 años, fue arrestado en un apartamento de Ciudad de México en mayo de 2017. Hace pocos meses fue sentenciado a cadena perpetua en una corte estadounidense. Es uno de los más de 50 testigos que han hablado en el juicio, que empezó en noviembre. Se espera que el jueves la fiscalía termine con su último testigo, lo que significa que el lunes los abogados de Guzmán podrían llamar a declarar a alguien que hable a favor de “El Chapo” o incluso al propio Guzmán. Los viernes no hay juicio.

Por otro lado, Balarezo también le preguntó por el asesinato del reconocido periodista Javier Valdez en 2017 en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. López dijo que no tuvo nada que ver con eso y responsabilizó de su muerte a los hijos de Guzmán.

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