Lo que comenzó entre risas terminó en lágrimas y felicidad. Una mujer pidió a un pastor evangélico que hiciera que crezca uno de sus pechos, debido a que, según ella, tiene problemas para usar blusas.
«Se ve en desnivel», aseguró. «No sé si Dios puede hacer algo, pero voy a orar», respondió el hombre y luego decidió aclarar: «¿Cuál es el que está más pequeño?», «el izquierdo», respondió ella, y comenzó la oración