Estados Unidos.- Cuando trotaba en el bosque con sus perros, una mujer se percató de que algo ocurría con su mascota que arañaba la tierra en forma insistente; al acercarse, se quedó sin aliento, al observar dos pequeños pies que se movían en una tumba de poca profundidad: era un recién nacido que había sido sepultado en ese lugar abandonado.
Los hechos sucedieron hace veinte años y Azita Milanian cuenta la historia que resulta increíble de imaginar al descubrir un bebé de pocas horas de nacido, con un cordón umbilical y que tenía en su boca y nariz bastante tierra con la que había sido cubierto.
El recién nacido fue llevado al Hospital Huntington Memorial de Pasadena para recibir los servicios médicos, debido a que había estado entre la tierra y el pequeño requería ser alimentado.
El tiempo pasó y el niño fue adoptado por una familia que le dio hogar y que actualmente cursa la carrera de Periodismo en Arizona. Su nombre es Matthew Whitaker que es un joven fuerte y robusto.
Con los años, la mujer recordaba el momento de rescate del niño en el bosque y en muchas ocasiones trató de localizarlo sin suerte. En tanto, ella quedó tan conmovida que se involucró con causas de ayuda a huérfanos y madres solteras.
Los padres adoptivos le contaron su origen al joven cuando ya era adulto y esta historia debía tener un final feliz.
Un productor del programa radial “On Air con Ryan Seacrest” conoció la historia del bebé rescatado de una tumba e hizo un poco de trabajo de detective y después de meses de esfuerzo logró reunir a Milanian y Matthew tras 20 años de esta trágica historia.
Ambos lloraron sin parar y después de ese emotivo encuentro acordaron verse con frecuencia y que Milanian lo acompañará en su graduación.
Quedaron en contacto y también se reunirán en la graduación universitaria de Whitaker.