-Lilia Merodio se vendió a Bazan
-Error en cartelones del prófugo
-Madero deja el gabinete
-Encubre corporación a sicario

MUCHOS priistas andan más desconcertados que Adán en el día de la Madre, y no es para menos.

Primero eligen a un supuesto salvador como dirigente estatal que vino a prome-terles que trabajaría por el bien del partido, pero a final de cuentas se ajuario con una diputación.

Posterior ven a Lilia Merodio: La princesa guerrera, de carácter recurrente a Hercules, totalmente sumisa ante dicha desfachatez política de Omar Inn Bazan Flores.

«¡Oh!, Y ahora, ¿quién podrá defenderme?, se escucha decir entre los priistas hartos de ver como se sirven con la cuchara grande sus dirigentes, y a ellos no les comparten ni con popote.

Solo les queda el recuerdo que la senadora juarense fue la que critico duro y macizo el “dedazo” y las corruptelas al interior de su partido, y ahora…no contaban con su astucia y se vendió a Omar Inn Bazan, al grado que ayer mostró su apoyo incondicional a su dirigente gandalla. ¡Chanfle! ¡Rechanfle! ¡Recontrachanfle!

Simplemente muchos no terminan de entender el nivel de “traición” de Lilia Merodio cuando ella misma llego a decir que a Bazán no lo pasaba ni por encimita, bueno ni en su toma de protesta quiso ir, y no le importo cuidar las formas, todos ven que detrás de esto está el arreglo para que la Senadora sea la próxima candidata a Presidente Municipal por Juárez.

TODO parece indicar que el Gobierno de Enrique Peña Nieto, aprovechó la colocación de varios cartelones en Chihuahua con la imagen de César Duarte, solicitando su extradición, pero…¿Que hay de trasfondo?

Peña Nieto no tiene un copete de tonto, y se dice que ordeno la extradición de su exgobernador, debido a una falla HERCULIANA de la administración de JaCo.

Me refiero a esos cartelones que mandó a poner el Estado, poniendo a César Duarte como un delincuente hecho y derecho –no lo dudamos, ni tantito-, pero todo supuesto criminal tienen derecho a la presunción, hasta El Chapo lo tuvo.

Chéquese nomás. Expertos en materia penal aseguran que con el hecho de que se colocara la imagen de César Duarte Jáquez con la leyenda de “prófugo” sin haber sido procesado o tenido derecho a una legítima defensa da por hecho que se trata de una persecución política.

Además estos cartelones exhibían su rostro y nombre completo (aunque todos saben quién es) dejando de lado la presunción de inocencia.

Ante ello, nuestro presidente copetes aprovecho para lavarse las manos de proteger a César Duarte, pero sabiendo que este ahora puede evidenciar a Estados Unid0os, con más ganas y argumentos, que es un perseguido político del gobierno del JaCo.

Aseguran que tan rápido se dio cuenta el Fiscal, César Augusto Peniche Espejel, de lo que se había hecho mando retirar los cartelones y fueron removidos en cuestión de horas, pues nunca nadie tuvo la cortesía de asesorarse respecto a las consecuencias que podía tener.

DENTRO del PAN al parecer ya traen confirmado que el coordinador de Gabinete del Gobierno del Estado, Gustavo Madero, estará buscando de nueva cuenta una Senaduría,  claro no por tierra quedando en primera lista de los pluris.

Ya está todo resuelto respecto a la paridad de género y será en cuestión de días para que presente su licencia a fin de ausentarse del cargo y empezar con la precampaña y posteriormente de lleno con el proceso electoral.

La cosa es que a Gustavo Madero nada le lleno el ojo en el entorno estatal y los que saben dicen que va por la Senaduría o bien para integrarse de lleno a la campaña del precandidato del PAN a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya.

 

EL tema de la inseguridad en la ciudad está en boca de todos, a nadie le queda duda que hay miedo al salir a la calle, al antro, al restaurante, pues a toda hora, en todo lugar, hay escenas del crimen.

Lo único que nos falta es que aparte de las broncas que trae JaCo con Peña Nieto, mismas que se traducen en más miedo en la ciudadanía, ahora tengamos revanchismos locales entre las autoridades que vienen a darnos seguridad.

Hubo un caso que llegó a esta columnilla, donde los protagonistas son el director de la Policía Municipal de Chihuahua, Gilberto Loya, y el director de la Comisión Estatal de Seguridad, Oscar Aparicio.

Resulta que Loya fue acusado por Aparicio de esconder un policía sicario, y no cualquier matón, uno que lideraba una banda que provoco varias muertes en Chihuahua.

Ayer durante un evento en el Palomar se dio el rose, pues resulta que desde principios de año la CES y la FGE ya tenían entre ojos a un agente de la policía municipal que lideraba una banda de sicarios, y el poli preventivo el día que lo fueron a buscar simplemente ya no estaba. Según esto, hubo un “pitazo”, calibre el negro del whatsapp, quien dio el aviso de… ¡Pélate carnal!

 

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