Muchas veces las personas deciden tener una pareja a una edad que aún no son lo suficiente maduras para asimilar todo lo que conlleva esa responsabilidad, es por eso que los celos las dominan.
El peligro de los celos es que no nos permiten mirar más allá de lo que queremos, sólo nos quedamos con nuestra versión y no podemos ver la verdad de lo que está pasando, es cuando se cometen locuras.
Emily Bowen es una adolescente de 18 años que ha sido protagonista de un crimen pasional en contra de una de sus compañeras de la escuela, todo porque su novio parecía salir son otra chica.
El chico que salía con Emily había terminado con ella, él ya no quería tener una relación con la joven, pero ella no lo tomó muy bien, sobretodo cuando descubrió que su expareja estaba saliendo con Molly Young, una compañera de la escuela.
Así que en ese momento los celos se apoderaron de Bowen y comenzó a buscar la forma de vengarse de esa mujer que para su punto de vista, le había quitado al novio.
Su plan parecía sencillo, llenó de ácido el estuche donde Molly guardaba su viola, así cuando ella tuviera ensayo el líquido se derramaría sobre ella, así pasó, pues cuando intentó sacar el instrumento el ácido se derramó sobre sus piernas, ocasionado un dolor insoportable por las quemaduras que le estaba ocasionando.
El compuesto que ella uso para lograr ocasionar este sufrimiento fue 91% ácido sulfúrico, el cual logró quemar la piel de su compañera, el dolor la hizo gritar con tanta fuerza que todos se pudieron dar cuenta de lo que estaba pasando.
Así que el caso fue llevado hasta la corte, para que no quedara impune, era un crimen, ellos dijeron que ella estaba actuando de forma consciente y sabía muy bien el daño que ocasionaría.
El juez afirmó que Emily era perfectamente consciente de las horrendas consecuencias de sus actos.
Fue condenada a 21 meses de cárcel por su delito, muchas personas no están de acuerdo con esto, pues creen que merece estar más tiempo en prisión por el daño que ocasionó.
Mientras tanto Young se está recuperando de las heridas, aunque necesitó cirugía plástica y otras operaciones por el dolor que ocasionan los nervios dañados en sus piernas.
