Gabe: Papá, mi vida apesta, días después murió

La historia del pequeño, Gabe Marshall, conmovió al mundo. El pequeño de nueve años sufría de un tumor cerebral. Su lucha fue intensa al igual que la de su familia. Las esperanzas crecieron cuando el menor fue sometido a una cirugía. Su estado de salud mejoraba, pero cuando parecía que había ganado la victoria,  el cáncer regresó más agresivo y murió.

Cuando Gabe fue sometido a la cirugía, en el 2016, su padre, Josh, dio a conocer la historia del pequeño en las redes sociales, y para ser solidario con el menor se tatuó en su cabeza una cicatriz similar a la de su hijo, la cual le había quedado tras la operación.

Josh y Gabe.

Tras una lucha intensa de seis meses,  Gabe murió. Luego del deceso del pequeño,  Josh dedicó un emotivo mensaje en las redes sociales a su hijo. El adulto indicó que Gabe era su ejemplo de vida.

“Ni siquiera puedo empezar a describir exactamente cómo me siento. Tengo el corazón roto, no solo estoy perdiendo a mi hijo estoy perdiendo a mi mejor amigo. Gabriel estaba en mucho dolor la última semana y media. Los días que conducen a esto fueron absolutamente un infierno”, escribió Josh.

En el post el adulto señaló que, días antes del deceso del pequeño, este le había indicado que su vida apestaba.

“Gabe me dijo unos días antes de «Papá, mi vida apesta» y no podía estar de acuerdo con él”, continuo.

Josh señaló que días después de escuchar las desgarradoras palabras de su hijo, Gabe se sintió mal por lo que lo llevó al hospital.

“El domingo conduje desde KC a Wesley para llevar a Gabe a urgencias porque tenía tanto dolor en su espalda y cuello y había perdido la función de su lado izquierdo.  El lunes despertamos a Gabe para ir a ver a su médico que era un poco gruñón y no quería levantarse pero lo hizo, y nuestro amigo Grady pasó por aquí, así que Gabe le preguntó si vendría con él a su Dr. (Gabriel amaba a Grady, era su gran homie!) así que Grady estuvo de acuerdo y todos nos fuimos. Gabriel estaba de tan buen humor todos estábamos bromeando y riendo todo el camino allá arriba y Gabe siguió diciendo «este es el mejor viaje que he tenido». Cuando llegamos con el Dr. Rosen Gabe estaba emocionado de mostrar a su amigo la increíble oficina del Dr. Kim Rosen. Estaba corriendo alrededor de la habitación, estaba sonriendo y riendo”.

Josh  concluyó su publicación con estas tiernas palabras:

“Gracias Gabriel por darme un último regalo. Ese día increíble que vivirá en mi memoria para siempre”.

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