TREMENDA bronca que se traen al interior de MORENA, donde no quieren ni a su propio candidato a presidente municipal, Fernando Tiscareño.
Casi toda la plantilla de morenazos lo tachan de PRImor, y soberbio nivel incontable, y eso en nada le favorece al Tisca al exterior.
Quién trae más el pleito más cantado contra el priista-marquista convertido por obra del Espíritu Santo a MORENA es nada menos que el líder estatal de ese partido en Chihuahua, Martin Chaparro Solís.
Ambos personajes ya ni se dirigen la palabra a pesar que los intentos que han sostenido, ¿o usted ha visto lo contrario?
Así como lo escucha, resulta que a decir de los que saben, Fernando Tiscareño se ha empezado a cotizar al interior del partido como si fuera “la última coca el desierto y con tapa premiada” cuando de todos es sabido que la militancia siempre optó por Antonio “Toño” López.
La cosa es a tal grado que no solo es Martin Chaparro quien no pasa a Tiscareño, sino que hay varios grupos que militantes que aseguran prefieren votar por Maru Campos o Alex Domínguez en la elección, y claro y por Andrés Manuel López Obrador. Así las cosas con este personaje que anda crecido bajó la sombra -que nomás no le da- de AMLO.
EL posible cierre de la Minera Río Tinto ha tomado ya niveles más allá de los inimaginables.
El Gobierno del Estado se encuentra en estos momentos entre la espada y la pared, y aunque los aliados activistas de JaCo le sugieren detener las operaciones, sabe de las consecuencias garrafales.
Según esto, las autoridades federales ya dieron el visto bueno para que la mina continúe operando, por lo que ahora solo depende del Estado evitar el cierre de una fuente de empleo para cientos de personas que viven literalmente en una zona altamente gobernada por los grupos del narcotráfico.
Los mismos habitantes externan que en caso de cerrarse la mina pondrían en riesgo incluso a sus familias y comunidades enteras a quienes sentenciarían a trabajar en lo único que se hace en aquellas latitudes de la Sierra.
LAS fuentes federalizas, aseguran que una de las piezas que podría cambiarse incluso antes de que finalice el actual sexenio presidencial, es la del actual director de la Comisión Nacional del Agua, Kamel Athie, pues pareciera que tiene mucha cola que le pisen. 
De a tiro el director de la Conagua, quién regreso a dicho cargo tras perder una elección, se ha hecho de la vista gorda en el tema de la entrega de concesiones para pozo, o la perforación de los mismos y hasta que no explotan los problemas es cuando sale a tratar de apagar el fuego.
Al interior de la Conagua dicen que la corrupción es tan brutal que la moneda mexicana simplemente no la conocen pues se paga con dólares todo con tal de hacerse de la vista gorda.
LA salida de Erika Jasso Carrasco de la Fiscalía de Control, Análisis y Evaluación ha dejado iracundos a todos los miembros de dicha área de la corporación encargada precisamente de investigar la comisión de delitos.
A quienes integran dicha Fiscalía, por primera vez, les permiten indagar a fondo en temas donde están involucrados funcionarios de primer nivel, como es el caso de Carlos Borruel y su hijo Junior.
La salida de Jasso Carrasco, aunque se niegue, es sabido por todos al interior de la FGE que fue para no remover más el tapete, pues al parecer a la ex funcionaria no le importaba mucho avisarle a su superior el titular, César Augusto Peniche de la serie de corruptelas que traían varios de los agentes de tránsito en el caso del choque de Carlos Borruel Jr.
Ahora se sabe que la cabeza de Erika Jasso estaba valuada en alrededor de 2 millones de pesos, pues eso es lo que pretendía cobrar el Junior Borruel Macías al seguro del vehículo tras reportarlo como perdida total.
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