El ataque “hace a EE.UU. un aliado de Daesh (acrónimo árabe del grupo terrorista EIIL), el Frente Al-Nusra y otros grupos terroristas”, indica un comunicado del Ejército sirio emitido este viernes, en respuesta al ataque de EE.UU. a la base de Al-Shairat, en el oeste de Siria.
En su condena de la acción estadounidense, la nota subraya que el bombardeo evidencia la continuación de la errónea estrategia de Washington en la crisis siria y, en particular, en relación con la lucha de Damasco contra las bandas terroristas takfiríes que asolan el país árabe.
«(Este ataque) hace a EE.UU. un aliado de Daesh (acrónimo árabe del grupo terrorista EIIL), el Frente Al-Nusra y otros grupos terroristas”, señala un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Siria.
Los intentos de justificar el ataque con el supuesto uso de sustancias tóxicas en Jan Sheijun el pasado martes —según la Casa Blanca, por Damasco— sin esclarecer el incidente enviarían un mensaje erróneo a los grupos terroristas, que persistirían en el uso de armas químicas en el futuro ante las bajas sustanciales que sufren en el campo de batalla, apunta el comunicado.
La nota precisa que el ataque de EE.UU., con al menos 59 misiles de crucero Tomahawk, se ha producido a las 3.42 de la madrugada de hoy viernes (0.42 GMT) y ha provocado “seis muertos, varios heridos y considerables daños materiales”, siendo en todo caso “una flagrante agresión en violación de las leyes internacionales”.
Para Siria, el ataque estadounidense busca influir en las capacidades del Ejército de Siria en la lucha antiterrorista, pero, prosigue el texto, las tropas sirias seguirán combatiendo contra el terrorismo aún con más firmeza para limpiar su territorio de ese flagelo y devolver la seguridad al país.
Rusia comunicó el pasado miércoles que los cazas sirios habían atacado un gran depósito de armamento de los terroristas en Jan Sheijun con su armamento convencional, y que en aquel lugar había un “taller de fabricación de minas artesanales con sustancias tóxicas”, destinadas a las bandas terroristas activas en Irak, por lo que la ofensiva liberó gas letal.
Cabe recordar que el Gobierno sirio entregó a partir de 2014 todo su arsenal químico, en virtud de un acuerdo entre Washington y Moscú, a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), que en enero de 2016 anunció su total destrucción.
