Vaya complicaciones las que pasó la Selección de España, sobre todo en el ataque en el duelo ante su similar de Irán, cuadro al que finalmente lograron derrotar con un solitario gol de rebote de Diego Costa; resultado con el que toman el liderato del Grupo B.
Como era de esperarse la Selección de España tuvo un dominio completo del esférico, mientras que el cuadro persa dibujó sobre el campo de juego una linea prácticamente de seis defensores y cuatro mediocampistas, por lo que la misión de anotar el primer gol se volvió casi imposible para los ibéricos.
Después de varias llegadas claras que no lograron concretar, sobre todo en la recta final del primer tiempo, España e Irán se fueron empatadas sin goles al medio tiempo, resultado decepcionante para los españoles y heroico para los iraníes.
El complemento comenzó de la misma manera, con España presionando desde el principio para romper lo más pronto posible el cerrojo iraní, algo que hicieron hasta el minuto 54, cuando Diego Costa corrió con fortuna para marcar su tercer tanto del torneo, pues cuando hizo su recepción, el balón rebotó un par de veces para terminar incrustándose dentro del marco.
Minutos después, Irán generó una jugada en la que marcó el tanto del empate, aunque, mientras todos los jugadores persas estallaron en júbilo tras la anotación, el árbitro central levantó la mano para anular el tanto por un fuera de lugar. España seguía con la ventaja en el marcador.
Obligada tras verse abajo en el marcador, la Selección de Irán tuvo que adelantar sus líneas y no lo hicieron de mala manera, pues lograron poner en aprietos a la defensiva española; sobre todo en una jugada al minuto 82 cuando en una centro desde la banda izquierda, Mehdi llegó para rematar de cabeza, mandando el balón apenas por encima del marco defendido por David de Gea.
Con este resultado, España toma el liderato del Grupo B con cuatro unidades, mismas que Portugal aunque con menos tarjetas amarillas; mientras que Irán aún tiene esperanzas de calificar a la siguiente ronda, Marruecos ya quedó eliminado matemáticamente.
