QUIENES andan todavía muy enojados son los maestros del Colegio de Bachilleres, ya que el reloj checador se ha convertido en su coco, no sólo por la presión que se les aplica de que no pueden llegar ni un minuto tarde, porque de ese tiempo es precisamente la tolerancia que tienen para llegar tarde a dar sus clases, a diferencia de otras empresas, dependencias y organismos, donde la tolerancia puede llegar hasta los diez minutos de retardo.
Lo que es peor es que saben que con ese solo retardo que registren, así sea de un minuto, habrán perdido ya su bono ¡anual! de productividad. Así es, con un retardo que tengan los maestros del Cobach pierden el bono de casi tres mil pesos que cada año les dan por puntualidad.
Algunos señalan que incluso si suman dos retardos en una semana, un tercero constituye ya una falta y por lo tanto un día descontado. Lo que dicen es que algunos prácticamente han comenzado a de plano faltar ese día porque saben que por un lado ya perdieron el bono anual y por otro, ya no se les pagará ese día laborado, y los que más salen perdiendo con ello, son los alumnos.
MAL se vieron integrantes del Movimiento Estatal de Mujeres que ayer miércoles lamentaron los 38 feminicidios que se han registrado hasta el momento en Chihuahua, pero como cualquier político, solo lamentan sin hacer algo.
Dejaron en claro a todas las mujeres que ellas no solicitaran la declaración de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres. Eso sí, acusando que hay un sistema patriarcal que está matando a las mujeres, pidieron a los gobiernos federal, estatal y municipal, a través de todas las instituciones, verdad, justicia, seguridad y reparación del daño por todos los feminicidios, desapariciones y la ola de violencia en contra de niñas, niños, adolescentes y mujeres.
A pesar de todo, dijeron que sí se sumarían si otros grupos de mujeres solicitan la alerta, aunque para ellas hay otras maneras más puntuales para detener la violencia feminicida, aunque no dijeron cuáles.
SALIÓ el Pancho que Francisco Salcido lleva dentro, pues se fue duro contra la trinchera que le dio de comer menudo mucho tiempo, ósea la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
El ex priista empezó a pedir ya al Gobierno del Estado que les retire las concesiones del transporte urbano a dicha centran sindical, pero no solo eso, sino que ya buscan entablar una charla con el secretario General de Gobierno Cesar Jauregui, para buscar la manera en que algunas de las concesiones sean entregadas a la competencia, ósea la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), el nuevo cuerpo sindical en el país morenista.
Aunque pareciera casi imposible que el Estado aceptara una versión así, pues no lo es, pues mientras son peras y son manzanas tienen ya el pretexto perfecto para desaparecer un enemigo histórico del Panismo, que es la CTM.
LOS morenistas andan como la canción de la Banda Ms:
“No, no, no
No me pidas que me calle, que baje la voz
Yo lo he dado todo por nosotros dos
Y tú con mirada de no siento nada”
Resulta que la entonación va en el sentido del hambre, pero no de justicia de la 4T, si no hambre de a de veras, esa que las tripas te rujen por meterle un poco de frijol, aunque sea con gorgojo.
Los morenistas están sin trabajo y ya se cansaron de estar esperando ser contratados en alguna delegación del Gobierno Federal.
Lo peor del asunto es que la expresión viene porque a diferencia de ellos, un importante número se priistas si fueron requeridos por el delegado Federal, Juan Carlos Loera.
Así como lo mira y lee, el Virrey prefirió contratar a varios militantes del PRI de ciudad Juárez que a los propios morenistas que durante años sumaron la suela y dejaron la camiseta bien sudada.
A pesar de ello, no fue suficiente para que fueran tomados en cuenta, y el delegado prefirió meter a trabajar a quienes les tiene aprecio y un compadrazgo incondicional.
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