Cierre de estancias podría convertirse en emergencia nacional

Clara Torres Armendáriz, quien fuera la encargada de las estancias infantiles, aseguró que el País atraviesa por una emergencia nacional ante la cancelación de un programa que dejará sin cuidado a 320 mil niños y sin trabajo a un ejército de 50 mil mujeres.

En entrevista con REFORMA, la ex funcionaria informó que renunció a su cargo desde el pasado 12 de febrero, luego de que se consumó la decisión del Gobierno federal de suspender el Programa de Estancias Infantiles y, en su lugar, crear el de Becas para Madres Trabajadoras.

Sostuvo que, tras percatarse de que fueron «bajadas» las reglas de operación del programa, decidió presentar su dimisión, dejar su cargo de oficina y salir a las calles a pelear por el sistema de guarderías.

«Cuando se toma esta decisión, para mí, estamos ante una emergencia nacional en donde urge que todos los actores salgamos al territorio a rescatarlas. Me salgo del escritorio para irme al territorio. De estar en una oficina pública, en la comodidad, paso a buscar esquemas, junto con muchísimos actores, y ver qué podemos hacer para que no se cierren las guarderías», señaló.

«¿Qué pasaría si sólo nos quedamos ante la queja, la tristeza o los lamentos? Dicen que el miedo sólo te invita a dos cosas: te paraliza o te invita a la acción. En mi caso, me levanto de mi escrito y me voy a la acción, en el territorio».

Con 20 años de experiencia en cuidado infantil, Torres lamentó que la discusión sobre las estancias infantiles se politizara al grado de que la estructura de operación de esas guarderías resultara amenazante para el Gobierno federal.

«La política politizó a las guarderías. Las guarderías no tienen un ingrediente político (…) los partidos políticos podrán mandar en todos lados, menos adentro de una estancia infantil», aseveró.

«De alguna forma se tuvo la percepción de que una corriente política pudiera tener el control de una estructura territorial muy atractiva: 9 mil 500 representantes en 32 estados puede ser interesante y puede ser amenazante para cualquier gobierno».

Al hablar sobre las acusaciones de corrupción y malos manejos en las guarderías, la originaria de Ciudad Juárez negó la existencia de una red de irregularidades y denunció que las operadoras eran víctimas de los funcionarios y coordinadores que las extorsionaban.

Recordó que, de acuerdo con la fiscalización realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sólo el 1.8 por ciento de la muestra revisada presentó problemas.

«Lejos de ser una red de corrupción, las responsables eran víctimas de la corrupción. Alabo que el Presidente quiera combatir la corrupción, pero aliviar la enfermedad de una persona matándola, pues no es la mejor solución», reprochó.

«Si se cancela el programa, efectivamente, se cancela la corrupción, pero sacamos a 320 mil niños a la calle».

Tras reconocer que pensó en renunciar desde diciembre pasado, cuando se anunció el recorte en el marco de la aprobación del Presupuesto 2019, rechazó que su salida sea una protesta contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

«Desde diciembre, cuando fue la primera sorpresa del recorte, sí tuve la duda de si era conveniente seguir o no. Sin embargo, mi hijo me dijo ‘mamá, tienes que estar en donde está el problema’ y me quedé», recordó.

¿Y ahora, fuera del escritorio, que le pediría al Presidente?, se le preguntó.

«No, pues ya tomó su decisión, la esperanza es lo único que no muere y ojalá que algún día voltee a ver lo que está sucediendo».

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