En tiempo extra, ambos equipos, pelearon por conseguir el gol que los llevara a la final, pero fue Chile el que tuvo más oportunidades.
Primero, el silbante no quiso marcar un penal, tras una falta dentro del área sobre Alexis Sánchez, no se utilizó el VAR y Chile quedaba con la espina clavada tras un error que pudo ser costoso.
El error del árbitro llenó de confianza a los chilenos que se fueron al frente a tratar de conseguir el ansiado gol.
Arturo Vidal tuvo una jugada que se fue al travesaño y Portugal se salvaba, que veía en los penales su única salvación para llegar a la final.
El partido terminó en sus 120 minutos y el campeón saldría de la tanda de penales.
Chile fue el primero en cobrar y Arturo Vidal cobró con maestría para el 1-0.
Ahí comenzó la gesta heróica de Bravo, Quaresma falló el primer disparo de Portugal con una atajada del arquero chileno.