Cazador sudafricano muere aplastado por elefante

Un cazador profesional sudafricano y dueño de una compañía de safaris murió durante una cacería en Gwai, Zimbabwe, aplastado por un elefante. Sucedió el viernes después de que el grupo con el que se encontraba la víctima se topó con una hembra y sus crías.

Theunis Botha, de 51 años, había disparado a tres de las crías que embestían contra ellos cuando un cuarto animal lo envolvió con la trompa y lo levantó al aire. Un integrante de la expedición intervino para salvar a su compañero abriendo fuego contra ese elefante, que cayó encima de Botha, provocándole la muerte.

Oriundo de la ciudad de Tzaneen, en el norte de Sudáfrica, Botha tenía cinco hijos. Sirvió a la infantería sudafricana durante la Guerra de Angola y dejó el Ejército después de alcanzar el rango de sargento. Al regresar a su hogar, empezó a ofrecer safaris de cazas en 1989 para pagar sus estudios, y en 1991 obtuvo una licenciatura en psicología y antropología.

Fundó su propia compañía, llamada Game Hounds Safaris, especializada en cacerías de leopardos y leones, con la ayuda de perros. Según la página web de la empresa, Botha fue pionero en Sudáfrica de la caza de montería, una modalidad originada en la Baja Edad Media en Europa en la que los cazadores son guiados por perros hasta sus presas.

Botha era amigo de Scott van Zyl, otro cazador profesional sudafricano. El mes pasado, sus restos mortales fueron encontrados en el estómago de dos cocodrilos que lo habían devorado durante una cacería en Zimbabwe. Un grupo de biólogos encontró restos humanos dentro de los animales y al analizar su ADN descubrió que pertenecían al cazador.

Tras enterarse de la muerte de Botha, sus amigos y allegados lo despidieron en Facebook. Lo describieron como «una leyenda» y como «un gran hombre», además de enviarle condolencias a su familia. Sin embargo, algunos proteccionistas de animales aprovecharon la situación para criticarlo y comentaron: «Deberían estar llorando por el elefante».

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