DOS jóvenes, con ideas frescas y llamativas, saben mezclar muy bien el romance con el trabajo.
Se trata de Crystal Tovar, diputada del PRD y el ojiverde chaparrito Hever Quezada del PVEM, quienes están tan amielados que tratan de verse lo más posible entre sesión, comisión o reunión en el Congreso.
Lo importante en esta relación es que se ponen de acuerdo para echarse la mano en las tareas del Poder Legislativo, que pese a algunas diferencias entre uno y el otro al final el hombre sigue fielmente a la mujer.
LA estrategia es arriesgada, y sin compromisos, se trata de la alcaldesa, Maru Campos, quien tras la reunión que sostuvo con su gabinete decidió no cerrar su cuenta de facebook ni dejar a los recorridos en colonias así como llevar a cabo labores propias del Ayuntamiento.
Pese a que algunos le recomendaron bajar su actividad en redes sociales decidió hacerle frente, y que los chihuahuenses vieran que no hay porque vivir de nueva cuenta en la zozobra.
Lo mismo sucedió con JaCo quien no ha hablado sobre el tema, pero en redes sociales busca tener una mejor imagen y acercamientos con los chihuahuenses.
POR lo pronto, Alejandro Domínguez ya empezó a mandarle señales a JaCo y Maru Campos, pues les encontró el talón de Aquiles, la inseguridad.
Exigió que no se estén escudando en la falta de dinero, en que se recortaron 1,500 millones de pesos por otras circunstancias.
Desde tribuna, recordó desde el año 2010 no se presentaba un acontecimiento tan lamentable como lo ocurrido en este centro de rehabilitación, pues solo falta que verdaderamente tenga “voluntad política”.
MIGUEL La Torre es el único de toda la bancada del PAN que tiene trabajado el distrito, que no se ha dejado tentar por otras ofertas ideológicas, esto le ha costado ganarse el respeto de los otros partidos políticos.
El distrito que le tocará trabajar de nueva cuenta nos dicen ya lo tiene básicamente en el bolsillo y señalan que ahora lo que anda viendo es como lograr obtener una candidatura luego de la reelección del siguiente año, porque de que quiere la silla municipal la quiere.
A pesar de ello, no todos y todas las diputadas entienden que el verdadero trabajo para la campaña ya paso, ahora solo falta ver donde le echamos más leña en el asador.
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